Inmune, callada, pensativa observa el horizonte sentada sobre sus rodillas, dispuesta a ceder ante la exitante tentación de tocar el sol con las manos, no le interesa quemarse, necesita hacerlo. Años antes lo había leído en libros fantásticos, en el tiempo que los sistemas naturales aún orientaban su vida, hoy la locura yace plácida y extenuante en su frágil ser semimuerto, despavorido. Cada día aguarda ansiosamente la llegada de su amado y los días en que las nubes aparecen ella derrama lágrimas, lágrimas absurdas, se oye a lo lejos en el valle su grito desgarrador y sus habitantes comentan entre sí... " otra vez " la loca",ella no entiende de razonamientos, se deja llevar por su mente perturbada, distorsionada, condenada a vivir eternamente amalgamada a su locura, locura circunstancial para el gentío... ( todos en el valle conocen el porqué de su locura) nadie se anima a contarlo, es tabú , sin embargo son jueces inequívocos, justos, valerosos... otro día llega y " la loca" se adelanta a la llegada de su amor, le trae mantas de rocío tejidas en la noche con sus propias manos,frutos cosechados en el invierno de sus emociones, en campos desnudos de árboles estériles, prolijamente preparada su canasta lleva consigo,siente que danza entre las nubes maldiciendo a las grises y besando las celestes ( cómplices de su amor) llega a la cúspide del valle , toma su manta de rocío, la extiende sobre la bruma imaginaria que la rodea y allí sin miramientos ni culpas desnuda su cuerpo invitando a su amado a poseerla, " la loca, la loca" ...todos comentan y nadie se atreve a enfrentarla porque en aquel valle la cordura es cosa de locos...
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